jueves, 29 de noviembre de 2012

Aplasia medular (II)

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

La prueba más importante dentro de la analítica es el hemograma, dado que en él se pueden ver el número de células sanguíneas, pudiendo ver por separado el número de hematíes, leucocitos y plaquetas. Ante unos resultados fuera de lo normal es necesario realizar un estudio más profundizador de la médula espinal, y este estudio es la llamada biopsia. Se hace una punción del esternón o de la cadera y  además será necesario extraer un pequeño cilindro del hueso de la cadera. Mediante estos dos procedimientos se podrá no solo ver una ausencia parcial o total de las células encargadas de producir los elementos de la sangre, si no averiguar si se trata de la aplasia medular o de otras causas de disminución global de las células sanguíneas. Además este estudio puede también darnos información acerca de si hay procesos hematológicos asociados a anemia, leucopenia o trombopenia como por ejemplo las leucemias agudas.

¿CÓMO SE TRATA?

El tratamiento va encaminado a eliminar el agente causante y además un tratamiento de soporte dirigido a corregir la anemia y trombopenia. Esto se lleva a cabo mediante tranfusiones de concentrados de hematíes para la anemia y de plaquetas para la trombopenia. En cuanto a la falta de leucocitos debe llevarse a cabo la profilaxis de enfermedades infecciosas administrando antibióticos y cumpliendo a raja tabla las medidas de asepsia. Por lo que si existe fiebre deberán administrarse antibióticos.

De forma más específica hay tratamientos en función de la severidad de la aplasia medular: 

  •     Así personas jovenes y con aplasia medular severa tienen que ser sometidos aun transplante de médula ósea con la necesidad de que exista un donante adecuado (hermano histocompatible).  Con esta medida se consigue la curación del 80% de los afectados.
  •      En caso de que no exista donante o de que la aplasia sea severa pero no en pacientes necesariamente jóvenes, pueden administrarse globulina antilinfocítica o antitimocítica (ATG), corticoides, ciclosporina A (agente inmunosupresor), estimulantes de la hematopoyesis (como el G-CSF)... De esta forma se resolverán un 50-60% de las aplasias, siendo en un 1/3 de ellas que reaparezca la enfermedad y sea necesario de nuevo el tratamiento.  
  •    Sin embargo cuando el paciente no tiene una edad adecuada para someterse al transplante o la aplasia no es todo lo severa que tendría que ser para poder también someterse al transplante (porque son pacientes prácticamente asintomáticos y no lo necesitan), pueden tratarse administrándose  factores de crecimiento hematopoyético (estimuladores andrógenicos -hormonas masculinas-), para corregir la aplasia estimulando de forma artificial la producción de células sanguíneas, administrarse las inmunoglobulinas anteriormente citadas y además de esto llevar a cabo el tratamiento de soporte ya comentado. No siempre son efectivos los estimuladores androgénicos dado que deben administrarse durante periodos de tiempo prolongados, tienen efectos secundarios y pocas veces se resuelven los casos de aplasia medular que son tratados de esta forma.

PRONÓSTICO

Se puede deducir en dunción de la gravedad de la aplasia y del número de complicaciones que se hayan sufrido durante la enfermedad. Lo que si podemos decir, es que en comparación al pasado, hoy en día las aplasias medulares tienen mejor pronóstico, ya que existe la posibilidad de realizar el transplante alogénico de médula ósea.

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