miércoles, 5 de diciembre de 2012

Embarazo y lesión medular (I)

Como ya vimos en una entrada anterior los lesionados medulares pueden conseguir una sexualidad satisfactoria si la adaptación se lleva  acabo de la mejor forma posible. Con esa reflexión pretendía hacer ver a la gente, a nuestra sociedad, las peculiaridades de la sexualidad en lesionados medulares para dejar de valorarlos como personas asexuales.

Toda mujer con o sin lesión medular, quiere, ama, desea, trabaja, estudia, sueña... todo esto implica que ellas no están exclusivamente destinadas a permanecer en una silla de ruedas y nada más. Y por tanto a demás de tener derecho a una vida sexual placenterá también puede llegar a ser  madre ya que la lesión no constituye un impedimento (ni físico, ni psicológico) para lograrlo.

La mujer para o tetrapléjica puede perfectamente, estando en edad fértil, concebir un bebé, ya que no presenta ninguna alteración hormonal ni genecológica que le impida la gestación. Sin embargo, es preciso decir que durante el embarazo es posible que aparezcan algunas alteraciones  no grave, pero que necesita el conocimiento y la formación específica de los profesionales que se encargarán de este tipo de embarazos, evitándose las complicaciones y asegurando un parto normal.

Hacemos también un inciso en que es necesario conocer si los fármacos utilizados hoy en día para las lesiones medulares tienen algún tipo de efecto sobre embarazadas.

Las alteraciones que se pueden presentar son:
  • Mayor frecuencia de anemias.
  • Como en cualquier embarazo (pero más en una vejiga neurógena), se producen  cambios en la micción, hábitos intestinales, aumento de las infecciones urinarias (cistitis)...
  • En lesiones espásticas, aumento de la espasticidad.
  • Complicaciones respiratorias causadas de por la insuficiencia respiratoria de base de los lesionados medulares graves y por la compresión diafragmática. Esta última es debida a la posición de sedestado en la silla de ruedas y al incremento de la presión ambdominal, por el aumento de tamaño.
  • Posible aparición de una tromboflebitis venosa profunda, y el sobrepeso con la presión que implica condiciona también la posible aparición de úlceras por presión (UDP) en puntos de apoyo como el sacro, el isquion y los trocánteres.
  • No se a demostrado todavía que las lesiones medulares favorezcan las malformaciones fetales.
  • Lo que sí hay, es una mayor incidencia de prematuridad, relacionada con las infecciones urinarias, por ello Enfermería deberá realizar cultivos de orina muy periódicos y la Medicina prescribirá el tratamiento antibiótico en caso de que aparezcan los signos de infección. Los controles ecográficos mostrarán la madurez del feto y si fuese necesario también se llevaría a cabo una extracción de líquido amniótico para posterior examinación.

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