lunes, 10 de diciembre de 2012

Meningiomas

Los meningiomas son tumores mesenquimales de las membranas que envuelven el cerebro y la médula espinal; por lo tanto, tumores que afectan a las meninges. Estas sirven habitualmente como barreras entre la sangre y el cerebro y la médula espinal; además evitan que gérmenes y otras sustancias extrañas penetren en el cerebro o en la médula.
Los meningiomas son causados por el crecimiento incontrolado de células anormales.
Suelen crecer lentamente y por lo general son vascularizados; se asientan  casi siempre cerca del seno transversal longitudinal superior y los senos cavernosos de la duramadre del cerebro. Es raro que se extiendan a otras partes del sistema nervioso central o al cuerpo. Tienden a invadir el cráneo produciendo erosiones óseas y compresión del tejido cerebral.
La mayoría de los meningiomas son benignos aunque en algunos casos pueden presentar su forma maligna.

Se desconoce la causa exacta de los meningiomas, pero sí se sabe que algunas situaciones pueden favorecer la aparición de los mismos: 

Enfermedades: El tener cáncer de mama u otros tumores aumenta la probabilidad de padecer meningiomas. 
Antecedentes familiares: El tener un familiar cercano con meningiomas, cáncer o neirofibromatosis tipo 2
Genética: puede que el enfermo haya nacido con el gen causante de esta enfermedad.
Hormonas: Aumento en los niveles de hormonas sexuales femeninas como los estrógenos. 
Fracturas de cráneo: El sufrir una fractura de cráneo puede incrementar el riesgo de sufrir un meningioma
Radiación: La terapia de radiación usada para tratar una infección fúngica del cuero cabelludo o los tumores de la cabeza, cuello o cerebro. Los supervivientes de la bomba atómica, como aquellos de Hiroshima, pueden también poseer un riesgo aumentado de sufrir un meningioma.

En cuanto al diagnóstico, sería recomendable una evaluación neurológica en el caso de que el paciente presente un incremento de signos de disfunción mental, nuevos ataques o persistentes dolores de cabeza. También si existe evidencia de presión dentro del cráneo ( por ejemplo vómito, hinchazón, o una protusión de la mancha ciega en la parte posterior del ojo).
En la evaluación se realizará un examen completo que puede incluír una resonancia magnética (IM), tomografía axial computarizada (TAC), escáner e incluso una Rx de tórax para determinar si el tumor se ha extendido desde alguna otra parte del cuerpo. Las angiografías cerebrales se utilizan en pocas ocasiones para detectar este tipo de tumores, pero sí se realizan antes de una cirugía.
Dependiendo de los síntomas que presente el paciente, se realizarán pruebas especializadas.

Aquí os dejo un video donde Leonard Cerullo, un neurocirujano y fundador/director del Chicago Institute of Neurosurgery and Neuroresearch (CINN) nos habla de los meningiomas; de su localización tanto a nivel del cerebro como de la médula espinal, de las técnicas y procedimientos en cuanto a la extirpación de estos tumores, y señala también su actuación: los meningiomas no invaden, simplemente desplazan.


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